¿Cómo trabajar y evaluar niños con necesidades educativas especiales, incluidos al sistema escolar regular?


Análisis y reflexión acerca de las estrategias para contribuir al proceso de atención de esta población.

Autor: Alba Luz Castañeda A. Acompañante especializada FUCAI proyectos de la Fundación Promigas.

Esta es una pregunta constante de los maestros en los acompañamientos a las instituciones educativas de la mayoría de las ciudades en las que desarrollamos los proyectos, por eso deseo hacer algunos aportes desde mi experiencia como Orientadora Escolar y especialista en dificultades del aprendizaje.

La existencia de niños con necesidades educativas especiales -NEE- en las aulas es una realidad en las instituciones educativas que legalmente con las leyes de integración escolar debemos asumir, y que humanamente desde nuestro compromiso social como educadores, no podemos desconocer.

Las políticas educativas relacionadas con esta población no son suficientes, como por ejemplo los parámetros de número de estudiantes por maestro (que reduce la cantidad de estudiantes regulares para que el docente cuente con mayor tiempo para dedicarle a los procesos de los niños con NEE que tienen un ritmo diferente en su aprendizaje. Hacen falta otras condiciones para atender eficientemente esta población.

Estas normativas parten del supuesto que la mayoría de los docentes cuentan con las herramientas conceptuales y didácticas para ayudar efectivamente a esta población, por eso desaparecieron o se minimizaron los equipos de apoyo. Pero este supuesto está lejos de la realidad de la formación de los docentes y de las necesidades de los niños y jóvenes con variadas características físicas, mentales, biológicas y sociales, que la mayoría de las veces requieren diagnósticos e intervenciones específicas.

Las instituciones educativas necesitan orientaciones pedagógicas concretas para que los maestros hagan adecuaciones curriculares, desarrollen didácticas adecuadas, establezcan criterios de evaluación diferenciales, de manera que las acciones no dependan de la buena disposición, voluntad y creatividad de los docentes para 2 interpretar lo que se puede hacer, y no suceda, como se encuentra en muchos casos, que los niños se dejan de lado, se ignoran o simplemente se les da un trato generalizado al grupo, olvidando o no sabiendo interpretar las reiteradas “diferencias individuales” ancladas en la concepción de “proceso de aprendizaje”, términos predominantes en los discursos de los docentes y administradores educativos, pero de difícil aplicación en las rutinas de las aulas.

A pesar de lo complejo de la problemática y de la soledad que sentimos porque no hay apoyos concretos de equipos de profesionales especializadas de la salud, de la psicología y de la educación especial al servicio de la educación oficial, maestros e instituciones debemos buscar estrategias para contener y retener estos niños y jóvenes en el sistema educativo; ya que para muchos de ellos es la única oportunidad para convivir con sus pares y acceder al conocimiento y a la cultura, de acuerdo a sus posibilidades y capacidades.

Algunas sugerencias para contribuir al proceso de atención de esta población en las instituciones educativas son responsabilidad de los equipos directivos que deben organizar su gestión, y otras son del abordaje de los docentes en el aula. La atención requiere las siguientes etapas:


1. Etapa de identificación: Se realiza por parte del padre o del profesor cuando observa un desempeño académico y/o comportamental diferente a los demás estudiantes y que interfiere en su desempeño personal y en ocasiones en el de los demás compañeros de clase. Después que el maestro descarta varias estrategias en el manejo y la motivación del niño, debe hablar con los padres de familia para buscar si en el ámbito familiar puede encontrar alguna causa. De lo contrario se hace necesario remitirlo a orientación para que de allí se solicite una valoración integral en la EPS O en otra entidad que lo pueda valorar integralmente.

2. Etapa de valoración y diagnóstico: El padre de familia debe garantizar que su hijo sea valorado integralmente y una vez conocido el diagnóstico darlo a conocer a la institución para buscar los mecanismos de apoyo dentro del aula a través de unos acuerdos establecidos con el conocimiento de la dificultad del niño y atendiendo a las sugerencias que hagan los profesionales que emitieron el diagnóstico.

3. Etapa de apoyo institucional y familiar: EL diagnóstico debe ser dado a conocer a los profesores del niño por parte de la directora de grupo y en compañía de orientación escolar, si se cuenta con el servicio, con quien se empezará a hacer las adaptaciones en los procesos de valoración y evaluación del niño.

Si no se cuenta con el diagnóstico, o mientras se conoce, la institución debe hacer una caracterización del estudiante, en sus aspectos familiares, sociales y de desempeño básico en acciones y conocimientos escolares básicos.

En esta etapa de caracterización institucional el abordaje en el colegio de los niños con características especiales se debe tener presente para su valoración aspectos de desarrollo personal y aspectos académicos:

1. Aspectos de desarrollo:

La autoestima. Es necesario trabajar con estrategias donde el estudiante reconstruya su autoestima, su autoimagen como un ser con potencialidades para…, como un sujeto que puede desempeñarse con eficiencia en muchas tareas que le exige la construcción de conocimiento y la vida escolar. Deben crearse situaciones de aprendizaje que puede enfrentar en igualdad de condiciones con otros estudiantes, aunque en otras deba contrastar sus diferencias al enfrentar tareas con diferente nivel de complejidad respecto al grupo. Los niños y jóvenes con limitaciones generalmente tienen una autoestima muy baja, por las condiciones sociales que deben vivir a nivel familiar y social.

La seguridad en sí mismo: es importante ayudarlo a recuperar la seguridad, por eso las metas que se le pidan alcanzar en cualquier área del conocimiento debe mostrársele que puede llegar a ellas, que tiene potencialidades para hacerlo aunque requiera mayores esfuerzos que otros. Ello es clave pues muy probablemente su seguridad se ha deteriorado por los continuos fracasos que enfrenta en la vida escolar al no llegar a los niveles esperados y siente que no puede, que no sabe, que no es igual.

Las interacciones con pares y adultos: el aula es un espacio de socialización donde todo estudiante se reconoce como individuo y como miembro de un grupo, reconociendo sus semejanzas y diferencias con los otros, es el espacio para compartir, tener amigos, rivales, donde aprende a negociar, a ganar y a perder. Este es un aspecto en el que debe avanzar.

El compromiso y esfuerzo. Todo aprendizaje requiere compromiso y esfuerzo de acuerdo a sus potencialidades y posibilidades para llegar a metas de aprendizaje. Un aspecto en el que debe avanzar es el siempre intentarlo, el esforzarse por hacer.

2. Aspectos académicos:

La adecuación curricular desde las áreas: el estudiante participa en todas las actividades del área o asignatura, pero se variará respecto al grupo el nivel de complejidad en cuanto a la profundidad de los conocimientos, la cantidad de actividades, la variedad de opciones de ejecución y de respuesta. La metodología en el aula debe basarse en acciones lúdicas y concretas con material que pueda manipular para que a partir de las acciones pueda conceptualizar.

Los criterios de evaluación y promoción en los niños con NEE algunas deben considerar dificultades cognitivas que comprometen algún nivel o facultad de su proceso, dificultades de aprendizaje, retardo mental leve, entre otros. Integrados al sistema regular, deben tenerse en cuenta aprendizajes básicos como:

1. Dominio del lenguaje oral y escrito y otras formas de expresión para comunicarse.
2. Manejo de las matemáticas básicas para superar problemas cotidianos.
3. Manejo corporal para ubicación en el espacio.
4. Arte y creatividad para expresarse.
5. Uso de las técnicas básicas de la información y la comunicación.
6. Relaciones interpersonales, interculturales y sociales.
7. Autonomía y emprendimiento.

Es necesario formular indicadores para cada uno de los aprendizajes básicos que permitan ver el avance de los niños y permitan su promoción en la educación básica con proyección a su ubicación en el campo de formación laboral.

3. ¿Cómo evaluar a los niños con NEE?

El registro de sus logros debe ser descriptivo - cualitativo, más que numérico, (la conversión a una escala numérica se acordará para el último boletín) y se basará en lo que sabe y puede hacer el niño, particularizando su proceso, estableciendo niveles de desarrollo en una escala progresiva, donde siempre se valoran los logros mínimos en cualquier tarea. Por ello no debería existir el nivel 0, (Nivel 1, nivel 2, nivel 3…). La evaluación no puede ser sobre lo que no sabe o no logra, o lo esperado para todos los demás estudiantes en un período establecido regularmente, pues los tiempos de estos niños son distintos a los tiempos escolares establecidos para la población regular.



Ejemplos de algunos descriptores básicos y niveles para pensar la promoción de un grado a otro (describe lo que sabe hacer).





Ejemplos de observaciones que puede realizar el maestro en la dimensión actitudinal, que permite ver los avances de los estudiantes en conductas sociales adaptativas, uno de los principales propósitos de la escolarización de estos niños.



El informe o boletín debe ser descriptivo y evidenciar las adaptaciones curriculares que el estudiante desarrolle durante el año escolar.
En conclusión, para poder trabajar efectivamente con niños de NEE, es necesario abordar distintos momentos a nivel institucional:

 Hacer la identificación de los casos y elaborar una caracterización del estudiante.

 Hacer jornadas pedagógicas o encuentros para estudiar bibliografía que oriente sobre las características de las especialidades de la población que tienen integrada.

 Solicitar los diagnósticos de los especialistas y las posibilidades de aprendizaje de los estudiantes.

 Realizar las adecuaciones curriculares en cada área que determine lo que debe hacer el estudiante

 Para los cambios de grado y ciclo y/o el paso de primaria a bachillerato se requiere antes de la evaluación para la promoción, un empalme de los docentes del año en curso y con los docentes del año al que es promovido para establecer los logros alcanzados y las metas que debe lograr el siguiente año en cada aprendizaje básico.

 Desarrollar acuerdos con los padres de familia para el desarrollo de programas u orientaciones en casa sobre aspectos claves de aprendizaje.


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